Nuevo proyecto, nueva oportunidad.

Recientemente anuncié mi nuevo proyecto de vida: C.A.L.M.A.

Un proyecto que comenzó como una idea utópica, sin imaginar que algún día se convertiría en realidad.

Cuando cursaba noveno grado, recuerdo haber hecho un informe oral sobre el “Manejo del tiempo”. Ese día, al ver cómo fue recibido por mis compañeros y compañeras, fue un punto de partida para reflexionar sobre lo que quería hacer con mi vida… y cómo quería aprovechar mi tiempo.

Desde entonces, nació en mí el deseo de estudiar una rama de la conducta humana. Años más tarde, elegí una de las profesiones más hermosas: Trabajo Social. Descubrí mi vocación en brindar herramientas de apoyo para que las personas sean autosuficientes y crear un espacio donde pudiera acompañar con empatía a quienes lo necesitaran. Un espacio seguro, humano y con propósito. Ese sueño tomó forma, con muchas dudas y retos de por medio, hasta que un día me dije: “Es momento de intentarlo.” Así nació C.A.L.M.A..

Apostar por un proyecto propio conlleva riesgos, preguntas y miedos. Pero también implica identificar nuestras redes de apoyo, confiar en nuestros recursos internos y transformar los obstáculos en aprendizaje. No se trata de que todo esté perfecto, sino de comenzar, paso a paso, confiar en uno mismo y mantener la constancia.

Darle más peso a lo que sí funciona. Reconocer que los retos pueden convertirse en fortalezas. Caminar con intención y consciente hacia lo que deseamos construir.

¿Y tú? ¿Ya comenzaste?

Recuerda seguirnos en nuestras redes sociales y página web para más contenido como este.

Previous
Previous

Día de los padres - Una Invitación a la Presencia.

Next
Next

Sección de Blogs