Merecemos vivir maravillosamente mientras aprendemos
Anoche vi la película The Life of Chuck y me dejó con un nudo en la garganta… pero de esos que no duelen, sino que despiertan.
No vengo a hacer una reseña. No quiero aburrirlos.
Lo que quiero compartir contigo es la huella emocional que dejó en mí:
la belleza simple de vivir el ahora.
Sabemos que todos, en algún momento, nos enfrentaremos a eso que llamamos muerte. Es algo que evitamos pensar, pero que está ahí, como parte natural de existir.
Y me pregunto…
¿Si supiéramos desde el nacimiento la fecha exacta de nuestra muerte, viviríamos distinto?
¿Cambiaríamos nuestras prioridades o hábitos?
¿Nos atreveríamos más… o nos cuidaríamos mejor?
La vida se nos pasa entre rutinas, exigencias (sí, muchas… bueno, usted debe saber) y preocupaciones. A veces, ni notamos cuando nuestros padres envejecen, cuando nuestros hijos crecen, cuando nuestras mascotas ya no corren como antes… cuando el tiempo pasa sin pedir permiso.
Vivimos creyendo que hay tiempo para todo, y le damos peso a cosas que a veces no lo merecen. Pero, si miramos bien, la vida también está llena de pequeños momentos muy especiales.
Un café en calma.
Un cielo que cambia de color o que en la noche se ven las estrellas.
Una mirada amorosa.
Una canción que nos hace vibrar y bailar (tu baile, el que salga del corazón).
Una risa sin razón.
Todo eso y más… también es vivir plenamente.
Te invito, desde el corazón, a recordar que no necesitas tener todo resuelto para disfrutar de la vida. A veces basta con sentir, agradecer, perdonar, amar y estar presente.
No se trata de quitarte el miedo a morir, sino de regalarle sentido al tiempo que sí tenemos. Y si en el camino necesitas apoyo, búscalo. No tienes que hacerlo solo/a. La ayuda profesional existe y es un acto de valor y amor propio buscarla.
¿Qué disfrutas de tu vida hoy? ¿Qué te hace sentir vivo/a?
No se trata de tomar decisiones impulsivas ni de irte de viaje sin rumbo (aunque si quieres, también se vale responsablemente).
Se trata de vivir con sencillez y con intención.
Porque en lo simple… también hay maravilla.